
Historia Fitness Postparto
Compartir
Mi historia fitness postparto en realidad empieza desde el embarazo.
Después de varios abortos espontáneos, aunque estaba en buena forma y mi cuerpo ya estaba acostumbrado al entrenamiento, mi ginecólogo me dijo que no hiciera ninguna actividad física durante los primeros 4 meses. Y hoy en día, si pudiera retroceder, no habría parado por completo, sino que habría reducido la intensidad. Pero el miedo a perder otro bebé me hizo ser súper juiciosa: ni un minuto de ejercicio.
Hacia el final del embarazo empecé con algo de yoga muy suave, pero nada que me desafiara. Así que, después del parto, no puedes imaginarte mi emoción de volver a entrenar. Sabía que no podía volver al mismo nivel de antes, tenía que empezar más suave, pero me arrepiento de no haber investigado más ni de haberme inscrito en un programa especializado en ejercicio postparto.
A pesar de eso, mi recuperación postparto fue espectacular. Con todo mi conocimiento en salud hormonal, me sentía preparada: descansaba, me alimentaba bien, estaba presente y disfrutando cada momento de la etapa de recién nacida.
Después de la cita de los 6 semanas y recibir luz verde para hacer ejercicio, me sentía lista. Pero también era muy consciente de que había pasado casi un año sin entrenar, así que no me exigí de más. Empecé con estiramientos, ejercicios con peso corporal y algo de respiración profunda para activar el core. Pero sinceramente, no fue suficiente para evitar el dolor en las articulaciones.
Entré a clases de tenis porque quería 1) aprender un nuevo deporte y 2) mantener mi mente activa mientras recuperaba condición física. Todo iba bien… hasta que apareció el dolor de rodillas postparto. Al principio era leve, así que traté de manejarlo con estiramientos, sin dejar de entrenar. Luego intenté volver a saltar la cuerda y correr, que eran mis actividades favoritas antes del embarazo. Ahí todo se complicó: las rodillas empeoraron, y apareció un fuerte dolor en la espalda baja.
Sentía que había envejecido 30 años en cuestión de meses.
Subir escaleras me dolía. Pararme del piso después de jugar con mi bebé me daba pánico por el dolor. ¿Cómo era posible? ¡Los primeros 4 meses del postparto habían sido excelentes!
Fui a varios ortopedistas, me hicieron resonancias y radiografías. Me diagnosticaron escoliosis leve, espasmos musculares, cartílago desgastado y ligamentos inflamados. La mayoría de esas lesiones no ocurrieron en esos pocos meses, sino que venían de años de ser deportista sin priorizar la recuperación física.
En mi época de atleta, nadie hablaba de estiramientos, de descanso activo, ni mucho menos de movilidad articular. Entrenábamos duro, día tras día, sin darle importancia a la recuperación real.
Por eso he tenido que volver a lo básico.
Y ha sido difícil, porque a mí me encanta entrenar duro, sudar, levantar pesado, lograr nuevas secuencias de salto, correr fuerte y lejos. Pero ahora estoy aprendiendo a amar la pausa. A valorar la reconstrucción. A reconocer que esta nueva base me va a permitir moverme sin dolor por el resto de mi vida.
Mi proceso comenzó con rehabilitación física, porque el dolor no me permitía hacer mucho más. Mejoré un poco, pero al empezar de nuevo con entrenamiento de fuerza más intenso, volvió el dolor. Y entendí: necesito más soporte.
Hoy tengo un plan más completo que incluye:
- Fisioterapia
- Turco y masajes
- Estiramientos diarios
- Pilates
- Suplementos que me han ayudado muchísimo: colágeno tipo 2, colágeno hidrolizado, omega 3, cúrcuma y boswellia
Estoy viendo mejoras, poco a poco. Sin apuros. Escuchando mi cuerpo.
Y algo que ha hecho la diferencia total: fortalecimiento del core profundo. No hablo de tener abdominales marcados, sino de la parte interna de tu abdomen que te estabiliza y mantiene tu postura. Fortalecer esa zona cambió todo para mí.
💬 ¿Tú también has sentido dolor articular o muscular en el postparto?
¿Qué te ha servido? Cuéntame abajo. Te leo. 👇